
Hola, mis hermanos. Aquí les dejo un excelente material por parte de mi hermano y compañero de milicia, Obed Rodríguez. Por algún tiempo estuve trabajando en hacer un libro con sus conferencias escritas, pero lamentablemente no pudo ser terminado a tiempo para que él pudiera tener una copia. Los planes fueron presentarle este libro como sorpresa y agradecimiento por su tiempo de servicio en la escuela. Sin embargo, aunque él no lo pudo recibir en persona, estoy seguro de que a él le hubiera gustado mucho que ustedes tuvieran una copia de este libro para contribuir a su crecimiento espiritual. Su perseverancia en la predicación y enseñanza de la Palabra fue evidencia clara de que estaba preocupado por su bienestar espiritual.
He extrañado y seguiré extrañando a mi hermano con el cual tuve el hermoso privilegio de trabajar hombro a hombro en el ministerio de la predicación por los últimos 20 años. Todavía recuerdo el primer día de clases cuando él y yo ingresamos a la Escuela de Predicadores de Brown Trail en enero de 2000. Fue una hermosa bendición compartir el mismo salón de clases con él y aprender de sus predicaciones. Después de egresar de la escuela le invitaba a campañas y conferencias en la congregación donde predicaba, y él hacía lo mismo. blob:https://alvarengapublicationscom.wordpress.com/fc512122-8e81-4099-bf6b-1d72cfea43ecREPORT THIS AD
Casi 17 años dedicó de su vida a la preparación espiritual de predicadores del evangelio. Siempre me decía que le encantaba dedicar tiempo a la preparación de predicadores. Nuestro hermano tuvo la bendición de impartir 19 materias en la escuela de predicación. Gracias a su esfuerzo, más de 50 hermanos pudieron estudiar a sus pies, y aprender el valor de la Palabra de Dios. Muchos de los graduados predican el evangelio en varias ciudades de Estados Unidos, México, El Salvador y Costa Rica.
Gracias le damos a Dios por la vida de nuestro hermano y su impacto positivo mientras sirvió fielmente en el reino de Cristo. Agradezco a todos los hermanos que me enviaron mensajes de textos y llamadas por teléfono para hacerme saber que han estado orando por mí. Les amo en el Señor y también oro por cada uno de ustedes. Por favor sigan orando por la hermana Vicky y su hija Laura, al igual que los padres de nuestro hermano Obed Rodríguez. Dios es Dios de toda consolación, y nunca nos deja.
Su hermano en Cristo,
Willie A. Alvarenga